
El yoga es conocido por sus innumerables beneficios y posturas únicas, y una de ellas es la postura del gato, también conocida como Marjaryasana y Bidalasana. En este artículo, descubrirás todo lo que necesitas saber sobre esta asana, los músculos que involucra, cómo realizarla correctamente, sus beneficios y precauciones.
Origen e historia de Marjaryasana y Bidalasana
Marjaryasana y Bidalasana son dos nombres diferentes para la misma postura del gato. El nombre «Marjaryasana» proviene del sánscrito, donde «marjari» significa gato y «asana» significa postura. Por otro lado, «Bidalasana» también tiene su origen en el sánscrito, donde «bidala» significa gato y «asana» se traduce como postura.
Esta asana, que se cree se originó en la antigua India hace más de 2000 años, imita la forma en que los gatos estiran y arquean sus espaldas, lo que la hace perfecta para mejorar la flexibilidad y aliviar tensiones en la columna vertebral.
Beneficios de Marjaryasana y Bidalasana
La práctica regular de la postura del gato ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar general. Estos incluyen:
- Mejora la flexibilidad de la columna vertebral y alivia la rigidez en la espalda.
- Fortalece y tonifica los músculos abdominales.
- Estimula la digestión y ayuda a eliminar toxinas.
- Alivia el estrés y la ansiedad al calmar la mente y el cuerpo.
Advertencias, contraindicaciones y precauciones
Aunque Marjaryasana y Bidalasana son generalmente seguras para la mayoría de las personas, es importante tener en cuenta las siguientes advertencias, contraindicaciones y precauciones:
- Si padeces de alguna lesión en la espalda, el cuello, los hombros o las muñecas, es fundamental que consultes a tu médico o instructor de yoga antes de practicar esta postura.
- Las mujeres embarazadas deben tener precaución al realizar esta asana, especialmente durante el tercer trimestre. Pueden necesitar modificar la postura para adaptarse a su cuerpo cambiante.
- Evita realizar la postura del gato si has tenido recientemente una cirugía abdominal.
- Si sientes dolor o molestias en cualquier momento mientras practicas esta postura, detén la práctica de inmediato y busca el consejo de un profesional médico o instructor de yoga.
Cómo realizar la postura del gato
Para realizar correctamente Marjaryasana y Bidalasana, sigue estos sencillos pasos:
- Comienza colocándote a cuatro patas sobre una esterilla de yoga, con las manos alineadas debajo de los hombros y las rodillas alineadas debajo de las caderas.
- Inhala y arquea la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y el pecho hacia el cielo.
- Exhala y redondea la espalda hacia arriba, llevando la barbilla hacia el pecho y mirando hacia el ombligo.
- Repite este movimiento de 5 a 10 veces, moviéndote suavemente y sincronizando la respiración con cada movimiento.
Músculos implicados en Marjaryasana y Bidalasana
Al realizar la postura del gato, se involucran múltiples músculos en el cuerpo. Los músculos más notables incluyen:
- Músculos de la espalda (como los erectores de la columna y los músculos intercostales)
- Músculos abdominales (como el recto abdominal y los oblicuos)
- Músculos de los hombros y brazos (como el deltoides y tríceps)
- Músculos de las caderas y piernas (como los glúteos y cuádriceps)
Posturas relacionadas y contraposturas
Al combinar Marjaryasana y Bidalasana con otras posturas de yoga, puedes mejorar aún más sus beneficios y equilibrar tu práctica. Algunas posturas relacionadas y contraposturas incluyen:
- Bitilasana (Postura de la Vaca): A menudo se combina con la postura del gato en una secuencia fluida conocida como «gato-vaca» para aumentar la movilidad de la columna vertebral.
- Balasana (Postura del Niño): Una excelente contrapostura para aliviar la tensión en la columna vertebral después de practicar Marjaryasana y Bidalasana.
- Adho Mukha Svanasana (Postura del Perro Boca Abajo): Estira y fortalece los músculos de la espalda, los brazos y las piernas, complementando los beneficios de la postura del gato.
La relación entre Marjaryasana y Bitilasana: la secuencia gato-vaca
Aunque Marjaryasana (postura del gato) y Bitilasana (postura de la vaca) son posturas diferentes, a menudo se practican juntas en una secuencia conocida como «gato-vaca». La secuencia gato-vaca es una combinación fluida de ambas posturas que se realiza en coordinación con la respiración. Esta secuencia ayuda a calentar y movilizar la columna vertebral, además de fortalecer y estirar suavemente los músculos del abdomen y la espalda.
Para realizar la secuencia gato-vaca sigue estos pasos:
- Inicia en la postura de la vaca, inhalando mientras se arquea la espalda hacia abajo y se levanta la cabeza y el pecho.
- Luego, al exhalar, se pasa a la postura del gato, arqueando la espalda hacia arriba y llevando la barbilla hacia el pecho.
- Para terminar, se continúa alternando entre ambas posturas en sincronía con la respiración, creando un movimiento fluido y armonioso.
Consejos para mejorar tu práctica de Marjaryasana y Bidalasana
- Presta atención a tu respiración: Sincroniza tu respiración con los movimientos de arquear y redondear la espalda para maximizar los beneficios y la relajación.
- No fuerces la postura: Escucha a tu cuerpo y modifica la postura según sea necesario, evitando forzar o tensar los músculos.
- Calienta antes de practicar: Realiza algunas posturas suaves de calentamiento antes de practicar Marjaryasana y Bidalasana para preparar tu cuerpo y prevenir lesiones.
En conclusión, Marjaryasana y Bidalasana son posturas de yoga excepcionales que pueden mejorar la flexibilidad de la columna vertebral, fortalecer los músculos abdominales y aliviar el estrés. Al seguir estos consejos y precauciones, podrás disfrutar de todos los beneficios que la postura del gato tiene para ofrecer. No olvides escuchar a tu cuerpo y adaptar tu práctica según tus necesidades individuales. ¡Disfruta de tu viaje en el maravilloso mundo del yoga!
¡NAMASTE!